The Flash rescata a la detective Megan Lockhart de las garras de un mago asesino, el cuál es buscado por la policía de seis estados. Este promete destruir a The Flash por haber frustrado sus intenciones y prepara un plan diabólico para vengarse. Cuando el mago James Jeese está ante los tribunales, consigue escapar y captura a The Flash. Con sus trucos consigue lavarle el cerebro, de tal forma que le convierte en su ayudante para perpetuar sus crímenes.