Con la desaparición de Su-min tras la muerte de Min-hwan, el destino entrelazado con Ji-won por fin se deshace. Ji-won recibe una invitación formal a la casa del presidente Yu Han-il y empieza a planear su futuro con Ji-hyuk. Justo cuando están a punto de alcanzar su felicidad, Su-min reaparece para concluir el trágico destino forjado durante tanto tiempo.